ENERO EN MAR DEL SUR
Por María Brandán Aráoz
Capítulo 1: La mansión
El primero de enero…
…viajamos de Neuquén a Mar del Sur. En el auto íbamos Papá,
mamá, yo (me llamo Alejo) y Sarita, mi hermana de ocho años. Sarita es como todas las hermanas menores de todos mis amigos, llorona, malcriada y un poco tonta. No me importaría tanto si mis padres no me obligaran a cuidarla cada vez que ellos salen a comer afuera, pero eso
pasa bastante seguido, sobre todo cuando vamos de vacaciones.
Llovía a cántaros cuando llegamos. Dimos vueltas y vueltas por las calles embarradas de Mar del Sur (sólo la principal está pavimentada)
sin poder encontrar la casa que habíamos alquilado.
– ¿Quién te dio este maldito plano? – gritó papá -. Aparecen calles que
no existen, y otras que sí existen, acá no figuran.
– Lo hizo Perla, la señora de la inmobiliaria – suspiró mamá -, para
que te orientaras mejor.
– Te aviso que estoy completamente desorientado. Mejor vamos a
preguntar en la estación de servicio.
Con los gritos de papá se despertó Sarita, que por milagro había
dormido durante todo el viaje.
– Mamá ¿me comprás una golosina?
– ¡Ya está la tragona! – me burlé -. Vas a ser una gorda.
– Peor es ser un esqueleto con cara de Drácula, como vos.
Como al hablar me había escupido, le di un codazo. La tonta se largó
a llorar.
– ¡Por favor, Alejo! Dejá de molestar a tu hermana – gritó mamá.
En la estación de servicio nos recibió un hombre canoso de overol engrasado.
– ¿Sabe dónde queda “ La mansión “? – le preguntó papá.
– ¡Sí, claro! – dijo el hombre -. Pero esa casa está cerrada…
– Nosotros vamos a abrirla para instalarnos ahí – le explicó papá -. La
alquilamos por todo el mes de enero.
– Vea, es fácil llegar. Tiene que cruzar el arroyo e ir hacia el otro lado,
como si volviera para Miramar ¿entiende? ; después tuerce a la izquierda, sigue derecho dos cuadras y toma un camino que sale al medio. Ése lo va a llevar a una senda y…
Papá estaba cada vez más despistado. Las indicaciones del hombre eran más confusas que las del plano. De pronto apareció un grandote, con shorts, camiseta y unos botines de fútbol embarrados. El de overol lo llamó.
parece estar buenísimo ahora me dieron ganas de leerlo!!!, cuando tenga tiempo me lo voy a ir a comprar 🙂
necesito leer todo el libro no solo la primera parte
yo lo tengo que rendir en la escuela, si no me la llevo
donde puedo encontrar el libro entero
Para preguntar dónde venden el libro comunicarse con Editorial Estrada